jueves, 29 de julio de 2010

Pequeñas cosas

Jugar con tu hermano al paintball con perchas por las dos plantas del Outlet de Bilbao. Agarrar a tu chica de la mano cuando tiene miedo. Recordar canciones que hace años que no escuchas. Gritar desde lo alto de Peñacabarga. Retorcerte en la última rampa del Tourmalet pero no apearte de la bici. Jugar a "¿conoces a Gerardo?". Ver a Abreu tirar el penalty decisivo a lo Panenka. Decir lo mismo que tu amigo justo al mismo tiempo. El placer de un "sí, pero nos liamos y...". Descojonarte una y otra vez de los mismo chistes. Hablar con frases de canciones. Celebrar un gol haciendo la pesca del salmón (vídeo aclaratorio: http://www.youtube.com/watch?v=TFyULQ_L2B8). Pedir deseos a los aviones. Una ola de calor. Un golpe de viento. Un beso de Amelie. Ver, oler, oír, degustar, tocar. Sentir. Ser.



Hay cosas que el dinero no puede comprar. Y que dure.

domingo, 25 de julio de 2010

Aficiones

Cuando me escuchas y retienes cada canto que te doy.
Me enseñas, y me dices realmente lo que soy: idiota.
Me condeno a sólo verte en sueños. A vivir de recuerdos. A ver que, en realidad, yo sólo existo...

Tras tu voz (Míguez)

Tiene que llover.

martes, 13 de julio de 2010

No voy a desaparecer.

No. No quieras saber más. Hace tiempo que esto dejó de ser un juego. No soy capaz de dejarme llevar por más que me lo pidas. Huirás. Olvidarás todo lo que prometiste. Será sólo un amor eterno de tres meses. Desaparecerás como todos. No quiero volver a pasarlo mal. No después de que me mintieran a los ojos, con todo lo que eso conlleva. No quiero que lo entiendas. Sólo que te vayas.

No tengo prisa.

Y todo cambió. Empezó a vivir el momento. A dejarse y llevarse. El miedo desapareció como el vaho de los cristales al frotarlos con el antebrazo y el puño cerrado para desempañar, aún arriegándonos a que quede la marca (ahí, a lo loco). El alma salió de boxes para dar la vuelta rápida. Los abrazos que no le dieron aquella noche dejaron de pesar.
Se dedicó a rodar, y rodar, y rodar, y rodar, y rodar...

Los finales tristes no son más que historias sin acabar.

lunes, 12 de julio de 2010

Hay que ver como es la vida

Antes de decir esto, os advierto a todos los que venís buscando calidad literaria e historias de mundos paralelos en los que la gravedad es inversa y la gente anda por el cielo que os deis la vuelta y os vayáis por donde habéis venido. También podéis seguir leyendo pero desengañaros. Hoy sólo quiero contar algo. Muy simple.

Muchas veces, te pasas la vida buscando algo y ese algo nunca aparece. Y de pronto, cuando te cansas de buscarlo, sale de debajo de las piedras. Sé que todos lo sabéis, pero yo quiero decirlo, y lo digo porque el blog es mío.

Esto me recuerda a lo que me dijo una vez un amigo de que "si te toca... aunque te quites. Si no toca... aunque te pongas".

Por algo se empieza.

jueves, 1 de julio de 2010

Ha subido el precio de los besos

Dicen que donde duele inspira. Que nadie que escriba algo que merezca la pena puede escribir en paz. Que, poéticamente hablando, las lágrimas sobre el papel vierten ríos de tinta. Esta noche me he puesto a escribir con la única intención de comprobar si esto es cierto. Si verdaderamente el dolor es el mayor aliciente a la hora de conseguir calidad en los textos.

Hoy es uno de julio y estoy cansado. Cansado de ver partir el mismo tren cada madrugada y no poder hacer nada por cogerlo. Estoy cansado de cansarme. Cansado de descansar. Quiero que de una vez pase algo y creo que me lo merezo. Qué cojones, estoy seguro de que me lo merezco.

Hoy es uno de julio y hablando de merecimientos, es hora de entrar en lo importante. Ya sé que no quieres regalos, que no molesto y que no te cuesta nada. Pero igual que yo no pido que me regales tus pizzas y tus tés o, poéticamente hablando, tus risas y tus duchas. La vida es dar y recibir. Hoy voy a darte sólo un poqutio de todo lo que regalas tú. Te mereces esto, y más.

Hoy ees uno de julio. Felices 7, y los que vengan. Y Carolina si quiere también se puede venir... ;)

Los días sin ti serían precipicios.