martes, 22 de noviembre de 2011

El lunes te fijas en sus ojos. Pequeños. Color miel. Profundos. Podrías perderte en ellos y volver a encontrarte sin querer.
El martes te fijas en su boca. También pequeña. Tiene un pirsin en el lado izquierdo del labio inferior, el derecho según lo miras. Y se muerde el labio con relativa frecuencia. Y eso te pone.
El miércoles te fijas en sus gestos. Mueve los brazos sin parar cuando habla, y se toca el pelo 9 veces por minuto, sobre todo cuando escucha. Y cómo agarra el cigarro, qué manera más rara, usando el meñique.
El jueves te fijas en su figura. Alta y delgada. Casi de maniquí. Cintura estrecha, brazos largos.
El viernes te fijas en sus tetas; de frente. El sábado te fijas en su culo; ya te da la espalda.

El domingo intentas recordar porqué el lunes te fijaste en sus ojos.

lunes, 7 de noviembre de 2011

No deja de ser un Lunes de Noviembre

Me gusta la política. De toda la vida ha sido algo que me ha atraído y en lo que he creído desenvolverme relativamente bien. No han sido pocas las voces cercanas (tampoco muchas, no nos pasemos) que me han dicho que debería dedicarme a ello. Me gusta hablar y escuchar. Y trabajar para los demás. Me gusta la política en definitiva, o lo que se supone que debería ser la política.

Hoy tocaba super día mega hiper politiquísimo. Cinco proyectos de periodista y otro proyecto de biólogo disfrutamos del debate. Literalmente. Disfrutamos. Seis amigos con un litro de cerveza, una buena tortilla, unas deliciosas albóndigas y para después palomitas. Mientras tanto Rubalcaba hablaba claro, quizá demasiado claro al inicio del debate. Dejó muy claro cuales eran sus ideas. Rajoy dejaba pasar el tiempo al estilo de Italia en el mundial del 2006. Ya llegará el golpe. Lo peor de todo es que Italia ganó aquel mundial.

Tras un primer bloque igualado, y un segundo que pareció un pacto de no agresión, el candidato socialista sacó en el tercer y último bloque la artillería pesada. Preguntó por el matrimonio homosexual, la ley del aborto o la eutanasia, por fea que suene esa palabra. Su homólogo popular no hizo algo diferente a lo que venía haciendo el resto del debate: "tú más, cinco millones de parados, tú más". Sinceramente me preocupa que un hombre que tiene que leer 2 de cada 3 frases que dice pueda dirigir un país. Tengo la sensación de que si hubieran puesto a cualquier tipo que hubieran encontrado por la calle con barba y gafas hubiera hecho lo mismo. Leer papeles y decir que el país está muy mal. Pero eso no es lo importante de la noche.

Después de seis amigos en casa tomando cerveza, después de algo interesante sobre lo que debatir largo y tendido, después una buena cena, después de unos cuantos chistes a cerca de diversos tweets, de convencer a Clark Kent de que se quede a dormir en mi casa, después de todo eso, me he vuelto a acordar de ti.

Al fin y al cabo sólo es otra noche de lunes. Una más. Quiero lacasitos.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cartas desde Argentina: Capítulo II

+ ¡Maldición Esteban!

- Hola Manev.

+ Tío, hace unos días iva a hablar con una amiga mía que se llama Natasha. Pero se movió el chat y lo que le iba a enviar a ella se lo envié a tu amiga Natalia.

- Jajajajajaja. Conociéndote, seguro que era algo peligroso de lo que debería avergonzarme. ¿Decías cosas extrañas?

+ Bueno, no, porque después del mensaje me percaté de que era alguien a quien yo no conocía. y pensé: "qué extraño, ¿podré hace una nueva amiga española?" (cosa que no hago desde hace más de un año). Pero no resultó. Es que las relaciones por Tuenti son tan... frías... estériles... inertes...

- Correcto... Pero la nuestra funciona.

+ Correcto de nuevo. ¿Qué tal todo?

- Bien. Hoy he vuelto a Madrid. Estuve en la patria de puente.

+ Oh, y ¿cómo fue la vuelta a casa? ¿Que te hagan la comidita? ¿Que te limpien la ropa? ¿Que te golpeen con un cinturón por decir tacos?

- Esa parte es la mejor de todo. Es el paraíso.

+ Mola. ¿Y los amigos? En fin, sé que no me has podido visitar por razones obvias...

- ¿Cuándo vienes?

+ Sé que es difícil prescindir de algo así. Sé que se te hace duro no poder gozar de mi presencia. No sé. Molaría, ¿eh? A veces me imagino tomando un avión. Y no sé, de repente estar allí.

- Jajajajajaja. Molaría un huevo.

+ Sería como si nada hubiese pasado.

- Tío, vente a estudiar aquí. Yo te hago un hueco en mi piso.

+ Es imposible. Voy a estudiar medicina. Dime tú como estudio medicina allí. Hace falta un promedio de 9 y muchas mamadas. Ya sabes que por las mamadas no ha problema, pero el 9... Buff... Bueno el caso es que imagínate, volviendo, y estando allí. Sería como si no hubiese pasado nada. Pero es que si voy allí, no voy a querer volver.

- Pues quédate aquí.

+ Nah, no puedo tío. Es que fuck, qué mierda. Es una elección muy difícil, porque ahora vivo aquí, tengo cosas aquí.

- Bah, no te preocupes co. Ya vendrás.

+ ¿Te acuerdas de cuando eras pequeño?

- Claro que me acuerdo tío. "Hola. Soy Mane. ¿Tú ves la URBA?"

+ Nah, no me refiero a eso. Aunque esa parte también estuvo bien. El caso es que yo me acuerdo que si iba a una pastelería mi madre me decía "elige un boyo". Y joder, yo no podía. Eran todos tan perfectos y deliciosos... No sabes con cual quedarte, porque elijas el que elijas, siempre vas a perder otro. y ahora me pasa igual. Me falta mucha madurez para estas cosas.

- Tú estás en La Planta, ¿no?

+ No, no. Yo iré a La Plata a ver al León. Por cierto, ¿has visto qué lío hay con la barra de Boca? Bueno, me voy. Un besito. Tengo que comer, es una necesidad básica. Si no la satisfago, no tardaré en morir. Es una retirada estratégica. No te preocupes, volveré, y en más número.

- Pero luego volverás para satisfacerme a mí, porque si no es así, tampoco tardarás en morir.

+ Oh tío, eso suena a Drácula. Y yo estoy leyendo a Drácula. Fuck, ¡sal de mi mente! Tío, tengo que irme. Mi madre necesita el ordenador y si no se lo dejo desatará su cólera y furia sobre mi semblante.

- ¿Cuál es tu rapero favorito?

+ No sé, quizá Juaninacka. ¿Por qué?

Por soledad, por necesidad; por estos dos sentimientos juntos.