
A un hombre se le conoce por muchos nombres. A mí me conocen como Esteban, pero también hay quien me conoce como "amigo", hay quien me conoce como "hijo". Incluso hay quien me conoce como "eh, tú". Pero el nombre no es lo que te hace ser persona. No es tu nombre. Ni tu color de piel. Ni es tu tendencia sexual ni la ropa que te pones. Lo que realmente te hace ser hombre es cómo te comportes.
Nos gusta deslumbrarnos con los grandes aspectos de la vida. Mientras nos movilizamos para que dejen fumar en el istituto, o se lo prohíban también a los profesores, sigue habiendo atascos en la carretera. Yo sigo teniendo movidas por tonterías... Nah, no creo que existan las grandes respuestas para las grandes preguntas.
Pero sí croe que existen pequeñas respuestas para pequeñas preguntas, que nos ayudan a comprender mejor la naturaleza de esas grandes preguntas. Hay días en los que te levantas y dices "¡pues no todo va a ser una mierda!".
Es cierto que ns encontramos muchas puertas cerradas, pero una puerta cerrada no es más que una puerta que espera para ser abierta. ¿Cómo? Pues aunque resulte estúpido, la mayoría de las puertas se abren sólo estirando el brazo y girando el pomo.
El miedo a lo desconocido es, y probablmente será, la piedra más grande que encontremos en nuestro camino. Pero una vez escuché a Chojin contar que "una piedra por muy grande que sea no puede tener inteligencia". Así que si no puedo sortear una piedra... Entonces sí que tengo un problema.
A un hombre se le conocen con muchos nombres. A mí me conocen por Esteban. Pero dentro de unos años me gustaría que me conocieran por eso. Por haber sido un buen hombre.
"¿Que soy incorregible? Pues vale, pues soy culpable."