Soy cada uno de los lugares en los que he estado. Soy los caminos que me quedan por recorrer. Soy los puentes que dinamito cuando me marcho, que si tengo que volver ya volveré por otro lado. Soy un sueño en el que tengo una pesadilla por no poder soñar. Soy lo que me hace llorar y cuando lloro soy yo y cada una de mis lágrimas. Soy la gangrena en unos pezones de miel. Soy la tristeza de una paja a oscuras. Soy una muñeca hinchable buscando un alfiler. Soy el cartel de "aforo completo" de un tanatorio. Soy la resaca de una abstemia de besos. Soy la lluvia y soy el charco. Soy la necesidad de que algún día el amor mueva el mundo. Soy los sentimientos que os he arrancado con esto. Soy un puto tarado, y vosotros más por escucharme.
Muchas noches y buenas gracias.
jueves, 24 de marzo de 2011
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Tarados al fin de al cabo
ResponderEliminarYo sólo te leo, espero que eso merme mi locura.
ResponderEliminarLos chicos con mala fama siempre son los primeros en saltar.
ResponderEliminarGran texto, señor Esteban. Te debo una caña (porque el vodka ni de coña, honey)
O por leerte ;)
ResponderEliminarNo sé si el amor moverá el mundo algún día, creo que ya lo hace en un segundo plano, como difimulando... pero lo hace. Al menos a mí me afecta.
Un saludo!
Qué grande Hovik, es el mejor monólogo que he visto :D
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